Plano de Sevilla de Pablo de Olavide

domingo, 20 de noviembre de 2011

Aniversario de Biblioteca Nacional

La Biblioteca Nacional despierta  curiosidad entre el grupo de clase y varias veces han surgido preguntas sobre su naturaleza y funciones . Ha quedado claro que estas bibliotecas cumplen un papel específico bien distintos del resto  cuyos proceso nos resultan mas cercanos  sobre todo tras la esclarecedora vista visita que  realizamos a la trastienda de la BUPO(por cierto, se toman bien en serio la función de formadores los nuevos bibliotecarios).   Pues bien,  a finales  de 2011 se cumplirán 300 años de sus fundación y para conmemorarlo se celebrarán  una serie de actividades. Os recomiendo el enlace de la web de la BNE para que conozcáis el programa de actos   así como sendos artículos de  el país  300 años de archivo universal y de el suplemento cultural  de el mundo Mama BNE cumple 300 años donde además de ofrecer  un buen numero de datos curiosos sobre la entidad como por ejemplo en número de documentos  que alberga , nada menos que veintiocho  millones, se plantea el papel que debe jugar en el nuevo paradigma digital.

viernes, 18 de noviembre de 2011

Sorpresas te da la vida: Biblioteoconomía es la asignatura más práctica de la carrera.

Nunca hubiera pensado que la asignatura de Biblioteconomía me iba a proporcionar tantas herramientas útiles para mi vida académica. Como dijo una compañera en la clase sobre los de gestores de referencias bibliográficas   "qué lastima que nos nos hubieran explicado todo esto en 1º"  y me alegro por los compañeros del grado de humanidades que van a tener la oportunidad de formarse desde el principio en competencias imprescindibles . Si como no contó Nieves eso no ocurre otros grados,  creo que  será un punto fuerte de los nuevos egresados en el mundo actual de competencia global .

Espero que con los  consejos  que nos han dado sobre la búsqueda de información consiga aprovechar mejor el tiempo que se paso delante de la pantalla. Además,  me he abierto una cuenta en Mendeley y empiezo a cargarla de documentos.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Del rollo a la pantalla

Decía en una de mis entradas anteriores que me interesa los cambios que en nuestra manera de aprender esta ocasionando la revolución digital.

Sigo siendo un lector de periódicos - de varias tendencias- en formato papel, incluido la pléyade de suplementos que los acompañan. Por lo que sé, este formato ha sido abandonado por la generación del grueso de mis compañeros de clase que casi nunca compran ejemplares en el quiosco (no sé si esto significa que la prensa dejará de ser el cuarto poder, pero eso es otra cuestión) así que voy a volcar en este blog los artículos con los que me topo, muy abundantes por cierto sobre la cuestión que indicaba al principio.

El primero Del rollo a la pantalla es un articulo publicado en el suplemento de El Mundo El Cultural( 7-13 13 de octubre ) del escritor norteamericano Lev Grossman experto en nuevas tecnologías que pone el acento en la dificultad de la lectura no lineal del libro electrónico, al que relaciona con los rollos de la Antigüedad  (de hecho indica Grossman que" el auge de la lectura electrónica ha resucitado dos términos propios de las tecnologías de lectura de la era clásica, scroll (“rollo” en ingles, utilizado como verbo para designar la acción de hacer avanzar o retroceder el texto en una pantalla) y tablet (tableta), reflejando el tipo de lectura que se lleva a cabo en el e-book".
 
Grossman sostiene que "el códice está hecho para la lectura no lineal; venció al rollo porque hizo aquello que se supone que las buenas tecnologías hacen: otorgó a los lectores un poder que nunca antes habían tenido, un poder sobre el flujo de su propia vivencia lectora. 
El lenguaje denso y estratificado de la novela contemporánea hunde sus raíces en el códice y crece con él, exigiendo ese tipo de navegación que sólo el código ofrece"

Pero si sustituimos la lectura en papel por el libro electrónico " tendremos que ser conscientes de lo que sacrificamos: esa experiencia no lineal que es patrimonio del códice y que ningún otro medio proporciona -ni el cine, ni la televisión, ni la música ni los videojuegos"


El segundo con el agresivo título de "Democratización y odio intelectual" está escrito por el que fuera ministro de cultura( por poco tiempo si no recuerdo mal) de Zapatero, Cesar Antonio Molina . Ha causado polémica por lo que algunos señalan defensa de desfasado concepto de cultura elitista , la tradicional de los libros.

viernes, 11 de noviembre de 2011

La educación que viene

 He leído un excelente artículo en el pais que viene al pelo del tema que tratamos en clase  sobre la competencia digital. Se llama los ordenadores está en la aulas ¿Y ahora qué?

Versa sobre el programa de informatización de las aulas  que se está produciendo en los colegios españoles y en virtud del cual  entre otras medidas, se han repartido 632.313 ordenadores entre alumnos de quinto y sexto de Primaria y primero y segundo de ESO, y hay, además  26.798 aulas digitales y 160.111 profesores formados. En el artículo tienen un principal protagonismo diversos profesores de esos niveles, además de expertos como el protagonista del video tan didáctico que vimos en clase, el profesor Manuel Área ( por cierto se equivocan con su apellido)  de la Universidad de La Laguna.

Hay opiniones para todos los gustos, pero grosso modo  coinciden los consultados en que  las tecnologías por sí solas son solo una ayuda y que el verdadero reto que se plantea  es cambiar las metodologías y los currículos.

El contrapunto critico lo aporta Antocio García, profesor de un instituto de Mijas, que indica que "Las clases magistrales en secundaria ya no existen. Entre otras cosas porque los niños no son capaces de prestar atención durante una hora seguida. (...). También hay que fomentar la concentración y el pensamiento reflexivo, que se está perdiendo en parte por las nuevas tecnologías", explica García. De hecho, hay estudios que muestran cómo la multitarea en Internet hace que cueste más la concentración y otros que prueban que el funcionamiento de la memoria está cambiando por el efecto Google, es decir, porque uno sabe que tiene la información al alcance de la mano"

Una opinión más en la línea del artículo de Cesar Molina al al que me refería en la entrada "Del rollo a la pantalla"

martes, 25 de octubre de 2011

Por fin sabemos los que es 2.0 ( a buenas horas)

Resulta que cuando consigo enterarme de lo que es la web 2.0, ya ha sido desbancada por la novedad de la 3.0. La obsolecencia en este mundo es cuestión de segundos y no hablo en broma cuando digo que esta continua sensación de quedarse atrás, me produce un profundo desasosiego.

Pasiones bibliotecarias

Estoy intentado reproducir un precioso artículo del columnista de el país Manuel Rodríguez Rivero publicado hace unos días pero no encuentro la manera de hacerlo salvo con el rudimentario copiar y pegar. Comprendo que el aspecto  no invita  a la lectura  ( hoy en día no basta con decir algo que merezca la pena sino que además tiene que entrar por los ojos)  pero os invito aque lo leais, que merece la pena.



Escudriño los anaqueles atiborrados de volúmenes (tengo, falta, falta, tengo) fotografiados en las páginas de Donde se guardan los libros (Siruela), la última incursión de Jesús Marchamalo por las bibliotecas de notables escritores vivos, mientras me pregunto cómo sería esta obra si se escribiera y publicara dentro de medio siglo, cuando las tecnologías de la lectura hayan reducido el libro analógico a objeto de semilujo, como una especie de excepción a la (entonces más que probable) regla digital. Incluso ahora, lejos todavía de ese escenario, y cuando la mayoría de sus propietarios no dispone de tabletas lectoras, esas cercanas bibliotecas de amigos y conocidos ya tienen algo de pleistocénicas, como de vitrinas de anticuario repletas de atrabiliarios artefactos, como de barracas de feria en que se exhibe un saber remoto, lento y obstinado, quizá redundante, en todo caso desmesurado e inabarcable.
Llega un momento en que uno comprende no solo que el saber ocupa lugar, sino también que hay saberes que ya no interesan
José Gaos decía que una biblioteca personal no era, en realidad, más que un proyecto de lectura, una declaración de intenciones acerca de todo lo que su propietario pensaba leer o releer o revisitar en el resto de su vida. Dejémonos de malentendidos: en toda biblioteca privada que merezca ese nombre hay -y debe haber- muchos, muchísimos más libros de los que su propietario leerá a lo largo de su existencia. Si uno no adquiriera el siguiente hasta haber terminado el anterior, la industria editorial habría desaparecido hace unos cien años, justo cuando comenzó a despegar como negocio digno de tal nombre: como todas las que fabrican bienes culturales, la de los libros también subsiste merced a los frecuentes caprichos ("impulsos" lo llaman los mercadotécnicos) y reiterados autoengaños de sus consumidores.
Por lo demás, cualquier biblioteca individual suficientemente poblada alberga tantos vestigios de la biografía de su dueño como restos prehistóricos los estratos de la garganta de Olduvai. En los anaqueles más inaccesibles (o en la polvorienta fila interior) de la que serpentea por las paredes de mi casa, por ejemplo, podrían encontrarse desde novelas ilustradas de Salgari y tebeos de Mandrake el Mago, obsequiados por mis padres en lejanísimas convalecencias de tos y jarabe, hasta marxismos-leninismos (y anarquismos, y reiterados volúmenes sobre drogas liberadoras, técnicas sexuales "modernas" y demás kamasutras, antipsiquiatría, cancioneros de Janis Joplin y tomos encuadernados de Film Ideal) subrayados o anotados con la pasión intransigente del converso que cree que, por fin, entiende de qué va el mundo.
Almacenar libros puede ser también (pero uno nunca lo sabe hasta más tarde) una pasión autobiográfica, la lenta construcción de una abultada crónica de lo que uno ha sido y de lo que uno quería ser. En cierto sentido, una historia intelectual de su curiosidad. Por eso se hace tan difícil el expurgo, la poda, el desbroce: los cada vez más meritorios (y precarios) bibliotecarios profesionales, que en las dos últimas décadas se han enfrentado a profundos cambios en su entorno laboral y en la concepción misma de su admirable oficio, utilizan metáforas agrícolas o jardineras (weeding, en inglés, désherbage, en francés) para designar eufemísticamente la tremenda operación de suprimir libros con objeto de dar espacio a los recién llegados. Algo diferente, en todo caso, a lo que les sucede a los propietarios de las bibliotecas inventariadas por el minucioso inspector Marchamalo, para los que, seguramente, resulta más sencillo e incruento desprenderse de lo más nuevo, de lo que aún no está enraizado en su biografía sentimental y profesional. Llega un momento en que uno comprende no solo que el saber ocupa lugar, sino también que hay saberes que ya no interesan y otros que sí, pero que no pueden caber en ningún libro, porque son de algún modo intransferibles y, quizá, inefables. Sucede cuando uno se va haciendo mayor y contempla su biblioteca con la misma perplejidad que un arquitecto el edificio que un día esbozó en una servilleta de papel.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Creando mi primer blog

He estado a punto de cambiar el titulo de mi blog por otro más adecuado a mi estado de ánimo en general ante las nuevas tecnologías y,  en particular ante esta asignatura. El nombre que he barajado es el de "demasiado viejo para la revolución digital" pero tampoco es cuestión de estar  todo el día aireando los propios fantasmas.

No tenía ni la más remota idea de cómo se hacía un blog y esto es solo un síntoma de mi analfabetismo digital. Espero que aunque forzado  por la necesidad,   la asignatura me ayude a navegar , aunque sea sin perder de vista la costa,  en este proceloso nuevo mar que al parecer hay que surcar para habitar un nuevo mundo, llamado  no sé por qué 2.0 , que está  destruyendo al  antiguo.

Me interesan sobre todo las cuestiones sobre los efectos que pudieran tener las nuevas tecnología en nuestro modo de aprender y procuraré buscar opiniones al respecto de expertos cualificados. Por ahora invito a cualquier visitante de mi blog a ver la opinión de el Roto.

Primera clase

El apresurado recorrido por el mundo de las bibliotecas que realizamos en la 1º clase me resultó bastante esclarecedor en varios aspectos  .

Hasta ese momento, por un déficit no sólo de formación sino también de reflexión,  la imagen del bibliotecario para mí era la figura del que resultó ser  el auxiliar de biblioteca . 

Ahora sé que detrás de los mostradores  existe todo un mundo de  personas encargadas de reunir, conservar y difundir una pléyade cada vez más amplia de documentos de información. Me resulta especialmente  interesante la labor información bibliográfica que pueden prestar y que sin duda utilizaré en el futuro.

Decía que mi desconocimiento  era fruto  de mi falta de formación pero también me veo en la obligación de señalar la escasa publicidad que las bibliotecas realizan de sus funciones y misiones. Además, ¡ cualquiera  requiere algo más que cuestiones relativas a los aspectos más mecánicos y reiterativos  de prestamos y devoluciones con el talante poco cordial que se gastan  algunos auxiliares !  Si quiero ser justo,  he de reconocer que,  en muchos casos, pagan justos por pecadores y pienso en un auxiliar de la biblioteca de esta Universidad que invariablemente se niega a saludar y atiende siempre con una parquedad que raya lo insultante...

Disgresiones aparte,  el mundo de posibilidades que se abre a las bibliotecas con las TIC es apasionante sobre todo en su función de separar el grano de la paja en la pleyade de documentos que circulan por las autopistas de la información  y, paradojicamente, la anunciada decadencia del libro convencional no arrastrará también  a las instituciones que nacieron para albergarlos y sacarles todo su jugo .

Cómo cabiará el caracter de la Bibliotecas Nacionales  en su función de conservadoras de  la cultura nacional de un país, tambien es una cuestión a considerar y me gustaría averiguar algo al respecto.